viernes, 8 de mayo de 2009

Alicante: Invierno sazonado con amigos (14-20.12)

Llegó el invierno y con él las vacaciones. Y como es la usanza alemana me fui a un lugar más cálido.

En Alicante me esperaba el calor de dos de mis mejores amigos, los recientemente emigrados, Johnny y Juliana y de mi prima Luciana, ya instalada hace tiempo.


El Johnny ¡Qué hombre admirable!


La doctora Juliana con la cara con la que atiende a sus pacientes


Recién llegado, dejé mis equipaje en la casa de los chicos y salimos pasear por la playa. Mientras nos poníamos al día, le comenté a Juliana que quería llamar a mi prima para encontrarnos por la noche. Segundos después le dije: "Che si esa que viene corriendo no es ella, pega en el palo" 
Acto seguido, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!! gritó con emoción y toda su efusividad. PRIMO!!!!!!! Si bien sabía que yo llegaría algún día de esos, se sorprendió muchísimo de tal coincidencia.


Aqui todos en el dpto de mi prima Luciana


La ciudad, como gran parte de España, estuvo ocupada 500 años por los árabes. "Al-Laqant" fue un objetivo muy duro de reconquistar. La única manera en que pudieron vencer el impenetrable castillo fue dejándolo sin agua.

En la cima un castillo "abandonado" con el baluarte árabe de fondo.


Che, allá arriba nos tomamos unos matecitos, no?


Alicante es una pequeña ciudad de la costa mediterránea bastante turística en verano. En temporada baja y con el estallido de la crisis en Europa, la encontré en estado casi vegetativo. Los restaurantes e inclusive los bares estaban vacíos. 
Hasta entonces la "crisis" había sido objeto de mi menosprecio, ya que en Alemania se hablaba de la crisis económica más grande desde la guerra y, sin embargo, los centros comerciales y navideños estaban tan saturados de gente como siempre y los inmigrantes seguían haciendo los trabajos que los locales no quieren hacer.


Un día hicimos una excursión a un pueblito muy pintoresco llamado Villajoyosa. Ahí conocimos el despecho hacia los extranjeros cuando al preguntarle a un pibe por una dirección, escapando furtivamente, nos contestó: "No hablo inglés"



Una vez más nuestros caminos se encuentran... Y las veces que lo harán!


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